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Pinochet Era el Mal

Me parece un absurdo y una blasfemia invocar a Dios en la defensa de Pinochet y su criminal régimen. La gente verdaderamente religiosa, los católicos que respetan los principios sociales de su iglesia, lucharon siempre contra la dictadura y trataron de impedir sus crímenes. Prueba de ellos son los sacerdotes asesinados tan cobardemente por los militares y otros agentes de la dictadura. Nunca fue ningún crimen, ninguna tortura de los militares ni justificado ni necesario. Toda violación y todo acto de violencia contra los hombres es siempre una violación y una violencia contra Dios y su pueblo.
Aún más, pienso que, considerando la violencia militar desde un punto de vista teológico o filosófico -tomando en cuenta que sus principales características fueron la arbitrariedad, la innecesariedad, la extrema violencia y crueldad de sus métodos, la mofa y desprecio de sus víctimas, la negación y subversión de la ley y del espíritu de las leyes, la cobardía de sus ejecuciones que se manifiesta luego en el encubrimiento y pactos de silencio-, creo que fue una instancia de la presencia del mal -o del demonio- en la Tierra. La dictadura pinochetista fue un acto de soberbia, de insolencia y de odio contra el pueblo de Dios. Sus cómplices no lo son sólo de un régimen criminal, sino asimismo del Mal.

13 de abril de 2007

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