Terrorismo y Libertad de Expresión
[A propósito de pinochetistas que participan en foros alabando los crímenes de Pinochet, insultando a las víctimas y amenazando a otros participantes, en una carta a otro bloguero].
Sí, también yo encuentro increíble que se admita a ese señor [un escritor pinochetista] y otros apólogos del crimen y el terror. En la legislación chilena es un delito, y lo era antes de las leyes antiterroristas, pero no existe la voluntad política ni judicial para enfrentarse a estos individuos. Se prefiere hacer la vista gorda.
En Europa, como señala usted bien, es un delito negar el Holocausto y hacer apología del nazismo -y ahora se ha agregado a las viejas leyes, la apología del terrorismo. Hay todavía algunos apólogos en la cárcel por defender estos actos bárbaros e inhumanos.
Es simplemente vergonzoso que en Chile se piense que la expresión de esos puntos de vista aberrantes tiene algo que ver con la libertad de expresión. Es como pretender que la violación pertenece al ámbito privado de las orientaciones sexuales.
Es igual de vergonzoso que Chile siga sin ratificar el Tribunal Penal Internacional, cuya misión será juzgar las violaciones a los derechos humanos. Digo que es vergonzoso porque durante muchos años los chilenos recurrimos a la comunidad internacional pidiendo ayuda en protección de nuestros derechos y vidas. Ahora que la comunidad internacional nos pide que devolvamos la mano, nos hacemos los sordos.
La exclusión de ideologías aberrantes (piénsese en cosas como el derecho a la violación y a la pedofilia, que defiende un partido holandés; el derecho a esclavizar a otros, que defiende un partido italiano; los neonazis y otros que niegan o justifican el exterminio de los judíos; los defensores de los genocidas serbios o de los crímenes de Stalin; la defensa de los crímenes de Pinochet) no daña ni se desvía del espíritu de convivencia y tolerancia. Ciertamente, castigando a los partidarios de Pinochet no se castiga de ninguna manera a los pensadores de derechas, sino solamente a personajes enfermizos que defienden ideas moralmente depravadas.
Sí, también yo encuentro increíble que se admita a ese señor [un escritor pinochetista] y otros apólogos del crimen y el terror. En la legislación chilena es un delito, y lo era antes de las leyes antiterroristas, pero no existe la voluntad política ni judicial para enfrentarse a estos individuos. Se prefiere hacer la vista gorda.
En Europa, como señala usted bien, es un delito negar el Holocausto y hacer apología del nazismo -y ahora se ha agregado a las viejas leyes, la apología del terrorismo. Hay todavía algunos apólogos en la cárcel por defender estos actos bárbaros e inhumanos.
Es simplemente vergonzoso que en Chile se piense que la expresión de esos puntos de vista aberrantes tiene algo que ver con la libertad de expresión. Es como pretender que la violación pertenece al ámbito privado de las orientaciones sexuales.
Es igual de vergonzoso que Chile siga sin ratificar el Tribunal Penal Internacional, cuya misión será juzgar las violaciones a los derechos humanos. Digo que es vergonzoso porque durante muchos años los chilenos recurrimos a la comunidad internacional pidiendo ayuda en protección de nuestros derechos y vidas. Ahora que la comunidad internacional nos pide que devolvamos la mano, nos hacemos los sordos.
La exclusión de ideologías aberrantes (piénsese en cosas como el derecho a la violación y a la pedofilia, que defiende un partido holandés; el derecho a esclavizar a otros, que defiende un partido italiano; los neonazis y otros que niegan o justifican el exterminio de los judíos; los defensores de los genocidas serbios o de los crímenes de Stalin; la defensa de los crímenes de Pinochet) no daña ni se desvía del espíritu de convivencia y tolerancia. Ciertamente, castigando a los partidarios de Pinochet no se castiga de ninguna manera a los pensadores de derechas, sino solamente a personajes enfermizos que defienden ideas moralmente depravadas.
13 de abril de 2007
0 comentarios