¿Enemigos Terroristas O Enemigos Patriotas?
¿Se niega EEUU a distinguir en Iraq entre terroristas y patriotas? A veces pareciera que reserva el término terrorista a los partidarios de bin Laden y a los milicianos extranjeros en Iraq. Con ellos no valdrán las Convenciones de Ginebra. Sí serán de aplicación para los milicianos iraquíes que, obviamente, no hagan parte de las células fundamentalistas. Pero la invasión de Iraq abrió una caja de Pandora. Ahora hay un buen montón de fundamentalistas fanáticos, y no todos son amigos entre sí. Encima, están en todo el mundo. Lo peor: se dedican todos con ahínco al terrorismo improvisado, plantando bombas en las calles.
Sin embargo, ninguna solución será posible en Iraq si EEUU no enfatiza la distinción entre terroristas y patriotas. Patriotas somos todos, en su momento. El mismísimo Bush hizo suyos los sentimientos patrióticos, cuando dijo, a los pocos días de la guerra, que a él tampoco le gustaría que le invadieran su país.
Por eso, podemos preguntarnos, si España fuera invadida, digamos por Francia, acusando a su gobierno de refugiar a terroristas; si el gobierno fuera derrocado y se instalase uno nuevo con colaboradores españoles de los franceses, y surgiese un movimiento de resistencia a la ocupación, ¿nos uniríamos a ese movimiento? Yo, sí. ¿Tomaríamos las armas y dispararíamos contra soldados o funcionarios franceses? Otra vez, sí. ¿Seríamos capaces de atacar un cuartel francés con bombas y morteros? Obviamente, sí. Nos gustaría tener bombas que en lugar de causar la neutralización del enemigo en un radio de 3 metros, lo neutralizara o matara en un radio de 20 metros? A mí, sí. ¿Atacaríamos y secuestraríamos a los españoles que colaboren con los franceses? Sin muchas dudas. ¿Viajaríamos de incógnito a París y pondríamos una bomba en el Parlamento que ha autorizado esos ataques contra nuestro país? Para muchos, sería un honor. ¿Somos terroristas o patriotas?
Si las tropas francesas quisieran llegar a un acuerdo con la resistencia y pidieran una tregua para iniciar negociaciones, ¿lo aceptaríamos? Yo, sí, pero a condición de que el tema central de esas negociaciones fuera la retirada de las tropas de ocupación. Si los franceses dijeran, digamos, que no pueden retirarse en un plazo de un año por razones técnicas, ¿lo aceptaríamos? Yo, sí, a condición de que se desplegasen tropas de otros países elegidos por nuestra resistencia en conjunto con los franceses para que vigilasen el cumplimiento de las condiciones de la tregua. Si entretanto se hubiese formado un movimiento fundamentalista español que odiase a los franceses por considerarles descendientes de las coles y se dedicara a matarlos, a ellos y otros extranjeros por la misma o similares razones, porque en su ideología matar a un extranjero especialmente francés les otorgara puntos para entrar a un cielo de vírgenes españolas de fogosos ojos negros, ¿los eliminaríamos o entregaríamos a los franceses? Creo que los más sabios de entre nosotros aceptaríamos un trato así o semejante. ¿Somos terroristas o patriotas?
Para ser patriota hay que tener una patria que defender. Los iraquíes tienen una. Se llama Iraq. Para los terroristas, en cambio, es un accidente oportuno.
Sin embargo, ninguna solución será posible en Iraq si EEUU no enfatiza la distinción entre terroristas y patriotas. Patriotas somos todos, en su momento. El mismísimo Bush hizo suyos los sentimientos patrióticos, cuando dijo, a los pocos días de la guerra, que a él tampoco le gustaría que le invadieran su país.
Por eso, podemos preguntarnos, si España fuera invadida, digamos por Francia, acusando a su gobierno de refugiar a terroristas; si el gobierno fuera derrocado y se instalase uno nuevo con colaboradores españoles de los franceses, y surgiese un movimiento de resistencia a la ocupación, ¿nos uniríamos a ese movimiento? Yo, sí. ¿Tomaríamos las armas y dispararíamos contra soldados o funcionarios franceses? Otra vez, sí. ¿Seríamos capaces de atacar un cuartel francés con bombas y morteros? Obviamente, sí. Nos gustaría tener bombas que en lugar de causar la neutralización del enemigo en un radio de 3 metros, lo neutralizara o matara en un radio de 20 metros? A mí, sí. ¿Atacaríamos y secuestraríamos a los españoles que colaboren con los franceses? Sin muchas dudas. ¿Viajaríamos de incógnito a París y pondríamos una bomba en el Parlamento que ha autorizado esos ataques contra nuestro país? Para muchos, sería un honor. ¿Somos terroristas o patriotas?
Si las tropas francesas quisieran llegar a un acuerdo con la resistencia y pidieran una tregua para iniciar negociaciones, ¿lo aceptaríamos? Yo, sí, pero a condición de que el tema central de esas negociaciones fuera la retirada de las tropas de ocupación. Si los franceses dijeran, digamos, que no pueden retirarse en un plazo de un año por razones técnicas, ¿lo aceptaríamos? Yo, sí, a condición de que se desplegasen tropas de otros países elegidos por nuestra resistencia en conjunto con los franceses para que vigilasen el cumplimiento de las condiciones de la tregua. Si entretanto se hubiese formado un movimiento fundamentalista español que odiase a los franceses por considerarles descendientes de las coles y se dedicara a matarlos, a ellos y otros extranjeros por la misma o similares razones, porque en su ideología matar a un extranjero especialmente francés les otorgara puntos para entrar a un cielo de vírgenes españolas de fogosos ojos negros, ¿los eliminaríamos o entregaríamos a los franceses? Creo que los más sabios de entre nosotros aceptaríamos un trato así o semejante. ¿Somos terroristas o patriotas?
Para ser patriota hay que tener una patria que defender. Los iraquíes tienen una. Se llama Iraq. Para los terroristas, en cambio, es un accidente oportuno.
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