Qué Descubrió Otto Neustald
Otto Neustadl es el periodista que cubría, para la estación de CNN en Venezuela, lo que estaba ocurriendo en los días previos y posteriores al 11 de abril de 2002, cuando sectores de extrema derecha intentaron provocar un golpe de estado para derrocar al presidente Chávez.
El 10 por la noche el periodista recibe una llamada. "El día 10 en la noche me llaman por teléfono y me dicen Otto, mañana 11 viene un video de Chávez, la marcha se va hacia el palacio de Miraflores, va a haber unos muertos y aparecen 20 militares de alto rango pronunciándose en contra del gobierno de Chávez y pidiéndole la renuncia al presidente. Esto me lo dicen el día 10 en la noche".
El 11 de abril se había convocado una manifestación de defensa del gobierno de Chávez en la sede de gobierno, el Palacio de Miraflores. Pese a ello, los manifestantes de extrema derecha, que habían sido autorizados para manifestarse en otro lugar de la ciudad para evitar enfrentamientos con los constitucionalistas, fueron convocados a reunirse en el mismo Palacio de Miraflores por los canales de televisión que, aparentemente, se habían puesto de acuerdo justamente para esto: Venevisión, Globovisión, RCTV.
Los diarios de ese día ya anunciaban el golpe de estado. Curiosamente, pues todavía no había ocurrido. "Los Militares Tienen la Palabra", anunciaba el Nuevo País. "Gobierno Agoniza", proclamaba el Daily Journal, el diario en lengua inglesa de Caracas. El Nacional convocaba incluso: "Batalla Final Será en Miraflores", y en páginas interiores pedía la renuncia de las autoridades de gobierno.
El alcalde metropolitano de Caracas, Freddy Bernal, pide cordura a la derecha: "Es una irresponsabilidad que usted esté convocando frente a Miraflores, cuando usted sabe que hay miles de personas concentradas en Miraflores". Pero los canales reaccionarios incitan a la gente a marchar al Palacio de Miraflores. "Hasta que se vaya", anunciaban, refiriéndose al presidente Chávez. La manifestación es desviada con apoyo de los canales de televisión hacia el Palacio de Miraflores.
Agentes de la policía metropolitana, que participaron en el golpe, ocupan los altos de los edificios del centro de la ciudad, fuertemente armados.
Mientras la gente marcha hacia el Palacio y los constitucionalistas se preparan para defenderlo, en el Palacio de Cristal ocurre algo extraordinario. Se han reunido allí una decena de altos oficiales, el jefe de la central patronal Pedro Carmona Estanga y un equipo de televisión, para ensayar y grabar la declaración del comunicado de toma del poder. Llevan trajes de gala. El vicealmirante Héctor Ramírez Pérez, uno de los militares anticonstitucionalistas, lee parte del comunicado: "Los francotiradores para este momento llevan seis muertos y docenas de heridos en Caracas". Neustadl se sorprende. Sabía que hasta ese momento no había muerto nadie.
Así se descubre (pero días después) la macabra conspiración organizada por los militares anticonstitucionalistas dirigidos por el vicealmirante Héctor Ramírez y los empresarios dirigidos por el patrón Pedro Carmona. Habían dado orden o a un grupo de asesinos a sueldo o bien a elementos de la policía metropolitana o a militares amotinados para disparar contra sus propios partidarios para culpar, como se desprende del ensayo del discurso, al gobierno del presidente Chávez y justificar el derrocamiento y asesinato del presidente. Se sabe que ese día los elementos de la policía metropolitana que ocuparon los altos de los edificios en torno al Palacio de Miraflores se habían puesto guantes quirúrgicos, para que no quedaran rastros de pólvora en sus manos.
El golpe duró cuatro días. El presidente Chávez fue detenido y retenido en un cuartel militar. Ramírez y Carmona ordenaron matarlo. Estuvieron a punto de hacerlo. Cuando los conspirados intentaron hacerlo, los soldados de la custodia se opusieron.
Véanse los detalles de esos increíbles días en ‘Investigación de unos medios por encima de toda sospecha ', de Luis Britto García.
Pinche aquí para ver el video en el que Otto Neustadl cuenta la historia .
En un artículo titulado ‘¿Quién los mató?', refiriéndose a la veintena de víctimas de esos días, entre el 11 y el 14 de abril de 2002, Mariana Hernández concluye: "La diferencia entre el comportamiento de los reinados de Chávez y de Carmona es obvia: ni antes ni después del golpe el reino de Chávez ha cometido los desmanes que se cometieron durante las pocas horas del reinado golpista y monárquico de Pedro I El Breve, llamado por otros Pedro El Cruel".
Se puede leer aquí .
En esos cuatro días los canales de televisión mencionados, entre ellos RCTV, participaron abiertamente en el intento de subversión del orden constitucional, encubriendo y/o justificando los asesinatos cometidos por los conspiradores.
Pero posteriormente Otto Neustadl se retractaría. Con posteriormente queremos decir de junio y septiembre de 2002. Con este periodista ocurre algo bastante extraño. Le tomó varios días contar la verdad de ese 11 de abril. Y la contó más tarde en abril a un grupo de alumnos de la escuela de periodismo de la Universidad Bicentenaria de Aragua. Alguien filmó y filtró esa charla a las autoridades. (Eso es lo que leo, pero yo recuerdo vívidamente haber visto a Neustadl en CNN la semana misma del golpe). Por esa razón, el periodista dice que fue una filmación no autorizada ("ilegal", dice él). Y afirma que "nunca he responsabilizado a los militares que se han pronunciado públicamente contra el gobierno de Hugo Chávez ni a la oposición de haber causado las muertes y las lesiones de todos aquellos que marcharon pacíficamente el 11 de abril". Sin embargo, no se puede echar atrás. Es demasiado tarde. Aunque es un hombre de derechas, en esa charla se fue de lengua y dijo la verdad.
Pero parece evidente que su retractación, más que motivada por creencias políticas, se funda en el temor. Dice inmediatamente que al hacer uso de esa charla, el gobierno venezolano "ha puesto en peligro la vida de mi familia y de mis amigos". ¿Por qué? El gobierno venezolano estaba más que contento con su charla. No es al gobierno venezolano al que teme, sino a la extrema derecha.
En una intervención bastante incoherente, Neustald, después de acusar al gobierno de violar las libertades fundamentales y los derechos humanos, acusa al gobierno de ser "responsable por cada una de las muertes al no haber protegido esas vidas". ¿Cómo se explica esto, si lo acusa al mismo tiempo de causar las muertes que descubrió que fueron anunciadas cuando aún no se habían cometido? En Venezuela se reprocha a Chávez que las fuerzas de orden leales no ocuparan los edificios aledaños al palacio de gobierno para prevenir justamente acciones como las que ocurrieron. Una ‘torpeza' que muchos han criticado al presidente Chávez.
Luego en esa confusa rueda de prensa, los abogados del periodista intentan quitar valor a su testimonio diciendo que no tiene valor jurídico, porque no se obtuvo en debido proceso -lo que es un argumento totalmente inútil, porque no interesa la dimensión jurídica de esa filmación sino, en este contexto, su contenido de verdad.
Lo que parece evidente es que esta rueda de prensa -donde además de enterarnos de que su familia corre peligro, nos enteramos también, de paso, que Otto Neustald renunció al oficio de periodista- está inspirada en el temor. Y está claro que a los únicos a los que puede temer ese periodista es a los elementos de extrema derecha de intentaron derrocar al gobierno de Chávez en abril de 2002.
La rueda de prensa se puede consultar aquí .
La oposición venezolana es de una absoluta e increíble carencia de principios morales sólidos, dispuesta a todo, incluso al crimen de sus propios partidarios, para recuperar lo que cree que son sus privilegios perdidos. Han buscado aliados y apólogos en toda América, y los encontrado, en Chile, naturalmente, entre los pinochetistas y otros elementos autoritarios. La suya es una causa pestilente. Huele mal. Huele a azufre, diría Chávez. Huele a fascismo.
El 10 por la noche el periodista recibe una llamada. "El día 10 en la noche me llaman por teléfono y me dicen Otto, mañana 11 viene un video de Chávez, la marcha se va hacia el palacio de Miraflores, va a haber unos muertos y aparecen 20 militares de alto rango pronunciándose en contra del gobierno de Chávez y pidiéndole la renuncia al presidente. Esto me lo dicen el día 10 en la noche".
El 11 de abril se había convocado una manifestación de defensa del gobierno de Chávez en la sede de gobierno, el Palacio de Miraflores. Pese a ello, los manifestantes de extrema derecha, que habían sido autorizados para manifestarse en otro lugar de la ciudad para evitar enfrentamientos con los constitucionalistas, fueron convocados a reunirse en el mismo Palacio de Miraflores por los canales de televisión que, aparentemente, se habían puesto de acuerdo justamente para esto: Venevisión, Globovisión, RCTV.
Los diarios de ese día ya anunciaban el golpe de estado. Curiosamente, pues todavía no había ocurrido. "Los Militares Tienen la Palabra", anunciaba el Nuevo País. "Gobierno Agoniza", proclamaba el Daily Journal, el diario en lengua inglesa de Caracas. El Nacional convocaba incluso: "Batalla Final Será en Miraflores", y en páginas interiores pedía la renuncia de las autoridades de gobierno.
El alcalde metropolitano de Caracas, Freddy Bernal, pide cordura a la derecha: "Es una irresponsabilidad que usted esté convocando frente a Miraflores, cuando usted sabe que hay miles de personas concentradas en Miraflores". Pero los canales reaccionarios incitan a la gente a marchar al Palacio de Miraflores. "Hasta que se vaya", anunciaban, refiriéndose al presidente Chávez. La manifestación es desviada con apoyo de los canales de televisión hacia el Palacio de Miraflores.
Agentes de la policía metropolitana, que participaron en el golpe, ocupan los altos de los edificios del centro de la ciudad, fuertemente armados.
Mientras la gente marcha hacia el Palacio y los constitucionalistas se preparan para defenderlo, en el Palacio de Cristal ocurre algo extraordinario. Se han reunido allí una decena de altos oficiales, el jefe de la central patronal Pedro Carmona Estanga y un equipo de televisión, para ensayar y grabar la declaración del comunicado de toma del poder. Llevan trajes de gala. El vicealmirante Héctor Ramírez Pérez, uno de los militares anticonstitucionalistas, lee parte del comunicado: "Los francotiradores para este momento llevan seis muertos y docenas de heridos en Caracas". Neustadl se sorprende. Sabía que hasta ese momento no había muerto nadie.
Así se descubre (pero días después) la macabra conspiración organizada por los militares anticonstitucionalistas dirigidos por el vicealmirante Héctor Ramírez y los empresarios dirigidos por el patrón Pedro Carmona. Habían dado orden o a un grupo de asesinos a sueldo o bien a elementos de la policía metropolitana o a militares amotinados para disparar contra sus propios partidarios para culpar, como se desprende del ensayo del discurso, al gobierno del presidente Chávez y justificar el derrocamiento y asesinato del presidente. Se sabe que ese día los elementos de la policía metropolitana que ocuparon los altos de los edificios en torno al Palacio de Miraflores se habían puesto guantes quirúrgicos, para que no quedaran rastros de pólvora en sus manos.
El golpe duró cuatro días. El presidente Chávez fue detenido y retenido en un cuartel militar. Ramírez y Carmona ordenaron matarlo. Estuvieron a punto de hacerlo. Cuando los conspirados intentaron hacerlo, los soldados de la custodia se opusieron.
Véanse los detalles de esos increíbles días en ‘Investigación de unos medios por encima de toda sospecha ', de Luis Britto García.
Pinche aquí para ver el video en el que Otto Neustadl cuenta la historia .
En un artículo titulado ‘¿Quién los mató?', refiriéndose a la veintena de víctimas de esos días, entre el 11 y el 14 de abril de 2002, Mariana Hernández concluye: "La diferencia entre el comportamiento de los reinados de Chávez y de Carmona es obvia: ni antes ni después del golpe el reino de Chávez ha cometido los desmanes que se cometieron durante las pocas horas del reinado golpista y monárquico de Pedro I El Breve, llamado por otros Pedro El Cruel".
Se puede leer aquí .
En esos cuatro días los canales de televisión mencionados, entre ellos RCTV, participaron abiertamente en el intento de subversión del orden constitucional, encubriendo y/o justificando los asesinatos cometidos por los conspiradores.
Pero posteriormente Otto Neustadl se retractaría. Con posteriormente queremos decir de junio y septiembre de 2002. Con este periodista ocurre algo bastante extraño. Le tomó varios días contar la verdad de ese 11 de abril. Y la contó más tarde en abril a un grupo de alumnos de la escuela de periodismo de la Universidad Bicentenaria de Aragua. Alguien filmó y filtró esa charla a las autoridades. (Eso es lo que leo, pero yo recuerdo vívidamente haber visto a Neustadl en CNN la semana misma del golpe). Por esa razón, el periodista dice que fue una filmación no autorizada ("ilegal", dice él). Y afirma que "nunca he responsabilizado a los militares que se han pronunciado públicamente contra el gobierno de Hugo Chávez ni a la oposición de haber causado las muertes y las lesiones de todos aquellos que marcharon pacíficamente el 11 de abril". Sin embargo, no se puede echar atrás. Es demasiado tarde. Aunque es un hombre de derechas, en esa charla se fue de lengua y dijo la verdad.
Pero parece evidente que su retractación, más que motivada por creencias políticas, se funda en el temor. Dice inmediatamente que al hacer uso de esa charla, el gobierno venezolano "ha puesto en peligro la vida de mi familia y de mis amigos". ¿Por qué? El gobierno venezolano estaba más que contento con su charla. No es al gobierno venezolano al que teme, sino a la extrema derecha.
En una intervención bastante incoherente, Neustald, después de acusar al gobierno de violar las libertades fundamentales y los derechos humanos, acusa al gobierno de ser "responsable por cada una de las muertes al no haber protegido esas vidas". ¿Cómo se explica esto, si lo acusa al mismo tiempo de causar las muertes que descubrió que fueron anunciadas cuando aún no se habían cometido? En Venezuela se reprocha a Chávez que las fuerzas de orden leales no ocuparan los edificios aledaños al palacio de gobierno para prevenir justamente acciones como las que ocurrieron. Una ‘torpeza' que muchos han criticado al presidente Chávez.
Luego en esa confusa rueda de prensa, los abogados del periodista intentan quitar valor a su testimonio diciendo que no tiene valor jurídico, porque no se obtuvo en debido proceso -lo que es un argumento totalmente inútil, porque no interesa la dimensión jurídica de esa filmación sino, en este contexto, su contenido de verdad.
Lo que parece evidente es que esta rueda de prensa -donde además de enterarnos de que su familia corre peligro, nos enteramos también, de paso, que Otto Neustald renunció al oficio de periodista- está inspirada en el temor. Y está claro que a los únicos a los que puede temer ese periodista es a los elementos de extrema derecha de intentaron derrocar al gobierno de Chávez en abril de 2002.
La rueda de prensa se puede consultar aquí .
La oposición venezolana es de una absoluta e increíble carencia de principios morales sólidos, dispuesta a todo, incluso al crimen de sus propios partidarios, para recuperar lo que cree que son sus privilegios perdidos. Han buscado aliados y apólogos en toda América, y los encontrado, en Chile, naturalmente, entre los pinochetistas y otros elementos autoritarios. La suya es una causa pestilente. Huele mal. Huele a azufre, diría Chávez. Huele a fascismo.
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