Responsabilidad de Holanda en Srebrenica
De todos es sabido que las tropas holandesas encargadas en 1995 de la protección de la población civil bosnia musulmana de Srebrenica no cumplieron con el mandato de Naciones Unidas. Acobardados, se negaron a ofrecer resistencia frente a las tropas serbias. Se entregaron. Y colaboraron con las tropas serbias, separando a hombres de mujeres. Los hombres fueron asesinados.
Es menos sabido que las tropas holandesas incluso expulsaron del enclave a su propio personal de servicio bosnio. También por temor. Quizás.
Y menos sabido aún, según nos informa la abogado Zegveld, es que el estado holandés se niega a asumir responsabilidades. Entre otras cosas, se niega a aceptar que esos 8.000 hombres y niños musulmanes fueron asesinados debido a la cobardía de sus tropas. Significa esto que se niega a pagar indemnizaciones y reparaciones a los familiares de las víctimas, a las viudas y huérfanos que provocó la más que reprochable conducta holandesa.
Nunca sabremos en cuánto contribuyó la matanza de Srebrenica a lo que pasó después: al 11 de septiembre de 2001. Digo contribuyó, porque tampoco debe considerarse esa matanza como justificación de venganzas posteriores. Simplemente, la población musulmana del mundo entendió entonces que los occidentales no son de fiar.
Es por esta razón que es urgente capturar y llevar a juicios a los criminales de Srebrenica, no solamente a sus jefes, sino a todos los que participaron, sin importar si son cientos o miles. Son asesinos y deben ser juzgados y castigados a como de lugar.
Por lo mismo es importante que Holanda asuma sus responsabilidades y acepte que el destino de esas familias estará indisolublemente unido al del estado holandés.
¿Podrá más la tradicional racanería del régimen holandés? ¿Seguirá pensando el gobierno que hay que negar toda responsabilidad para no verse obligado a pagar indemnizaciones a las familias de las víctimas? ¿Se trata de eso? ¿A eso reduce el gobierno holandés la problemática de los derechos humanos? ¿Una cuestión de centavos? Sin embargo, el estado holandés comparte la responsabilidad de la masacre de Srebrenica con los serbios. Son estos dos estados los que deben atender a las apremiantes necesidades de las víctimas. Estos dos estados son los que deben hacerse cargo.
Europa debería insistir más. Ciertamente, lo primero sería postergar indefinidamente la integración de Serbia a la Unión Europea. Si no pareciera importarle a Serbia demasiado, la UE debiese dar el paso siguiente de imponer sanciones cada vez más duras hasta que el país paria acate los mandatos internacionales. Si no resultara, la UE debería proceder al aislamiento de ese país. Frente a la magnitud de los crímenes cometidos por esa gente en esa época, no debe dejarse de lado ningún instrumento, legal u otro, que permita poner tras las rejas a los criminales.
Negándose a pagar las indemnizaciones y reparaciones debidas a las familias de las víctimas, el estado holandés se pone del lado de los asesinos. La UE no debe dejar que la conducta holandesa siente precedente. Si fuese necesario, la UE debe tomar cartas en el asunto e imponer al rácano país las sanciones que también merece.
Es menos sabido que las tropas holandesas incluso expulsaron del enclave a su propio personal de servicio bosnio. También por temor. Quizás.
Y menos sabido aún, según nos informa la abogado Zegveld, es que el estado holandés se niega a asumir responsabilidades. Entre otras cosas, se niega a aceptar que esos 8.000 hombres y niños musulmanes fueron asesinados debido a la cobardía de sus tropas. Significa esto que se niega a pagar indemnizaciones y reparaciones a los familiares de las víctimas, a las viudas y huérfanos que provocó la más que reprochable conducta holandesa.
Nunca sabremos en cuánto contribuyó la matanza de Srebrenica a lo que pasó después: al 11 de septiembre de 2001. Digo contribuyó, porque tampoco debe considerarse esa matanza como justificación de venganzas posteriores. Simplemente, la población musulmana del mundo entendió entonces que los occidentales no son de fiar.
Es por esta razón que es urgente capturar y llevar a juicios a los criminales de Srebrenica, no solamente a sus jefes, sino a todos los que participaron, sin importar si son cientos o miles. Son asesinos y deben ser juzgados y castigados a como de lugar.
Por lo mismo es importante que Holanda asuma sus responsabilidades y acepte que el destino de esas familias estará indisolublemente unido al del estado holandés.
¿Podrá más la tradicional racanería del régimen holandés? ¿Seguirá pensando el gobierno que hay que negar toda responsabilidad para no verse obligado a pagar indemnizaciones a las familias de las víctimas? ¿Se trata de eso? ¿A eso reduce el gobierno holandés la problemática de los derechos humanos? ¿Una cuestión de centavos? Sin embargo, el estado holandés comparte la responsabilidad de la masacre de Srebrenica con los serbios. Son estos dos estados los que deben atender a las apremiantes necesidades de las víctimas. Estos dos estados son los que deben hacerse cargo.
Europa debería insistir más. Ciertamente, lo primero sería postergar indefinidamente la integración de Serbia a la Unión Europea. Si no pareciera importarle a Serbia demasiado, la UE debiese dar el paso siguiente de imponer sanciones cada vez más duras hasta que el país paria acate los mandatos internacionales. Si no resultara, la UE debería proceder al aislamiento de ese país. Frente a la magnitud de los crímenes cometidos por esa gente en esa época, no debe dejarse de lado ningún instrumento, legal u otro, que permita poner tras las rejas a los criminales.
Negándose a pagar las indemnizaciones y reparaciones debidas a las familias de las víctimas, el estado holandés se pone del lado de los asesinos. La UE no debe dejar que la conducta holandesa siente precedente. Si fuese necesario, la UE debe tomar cartas en el asunto e imponer al rácano país las sanciones que también merece.
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