Auschwitz por Encargo
No hay que olvidar Auschwitz se dice a menudo, y parece fácil decirlo. Sin embargo, desde la 2a Guerra, ha vuelto ocurrir en muchas partes del mundo. También en Europa: en julio de 1995, en Srebrenica, cuando tropas serbias con la colaboración de tropas holandesas terminaron con la vida de 7.800 niños y hombres musulmanes en la antigua Yugoslavia. No debe volver a ocurrir. Sin embargo, ocurre y Europa lo tolera. De los criminales de Srebrenica sólo unos pocos serán juzgados. Algunos fugitivos todavía son protegidos por las autoridades serbias -que además pretenden ser miembros de la UE. Sus cómplices holandeses están todos en libertad. Es indispensable que la UE termine con esos reductos del odio fascista que todavía controlan a algunos países europeos. Y quizás contribuiría que responsables y ejecutores de crímenes semejantes sean juzgados con la mayor severidad. Hay que juzgar y castigar no sólo a los que dieron esas órdenes, sino también a los que las ejecutaron.
Un principio simple como este podría prevenir muchos crímenes. Si el soldado raso, el agente de policía, el miliciano y el simple hijo de vecino supieran que recibirán las mismas penas drásticas que sus jefes por obedecer órdenes semejantes quizás habría menos criminales y menos crímenes. ¿Qué temen los estados? Eliminar el principio de autoridad no implicaría ningún caos. Los subalternos y la población en general deben acostumbrarse a vivir en un régimen legal que penalice el acatamiento de órdenes que violen claramente los derechos humanos. No oponerse resueltamente a la violación de esos derechos, si fuera necesario recurriendo a la fuerza, debe ser considerado un delito. Esos mismos soldados holandeses que participaron en la matanza de Srebrenica son miembros de otras misiones de la ONU. Cosas como estas son inadmisibles. Mientras los individuos puedan refugiarse en la ficción de que obedecieron órdenes, nada cambiará.
En la 2a Guerra, la policía holandesa que colaboró con los alemanes y que se ocupó de la deportación de los judíos hacia los campos de concentración en Alemania y Polonia (son los tres países donde el exterminio fue más eficiente) no fue castigada ni purgada. Esos criminales viven todavía. Todos han olvidado que Holanda formó parte del imperio nazi. Y quiere el país nuevamente hacer experimentos socio-raciales. Ya se ha iniciado la deportación masiva de miles de refugiados. Están siendo trasladados ilegalmente y en secreto a Nigeria y otros países africanos. Cientos de ellos han desaparecido'. El gobierno holandés declara que no es responsable de lo que les ocurra tras cruzar la frontera. Es lo mismo que decía la policía de Amsterdam cuando deportaba a los judíos. ¿Dónde están los deportados? Auschwitz no puede volver a ocurrir. Ni Srebrenica. Ni en África, por encargo, que es lo que parece que está ocurriendo ahora. Hay que preguntar a Holanda: ¿Dónde están esos 2.000 refugiados con destino desconocido?
Un principio simple como este podría prevenir muchos crímenes. Si el soldado raso, el agente de policía, el miliciano y el simple hijo de vecino supieran que recibirán las mismas penas drásticas que sus jefes por obedecer órdenes semejantes quizás habría menos criminales y menos crímenes. ¿Qué temen los estados? Eliminar el principio de autoridad no implicaría ningún caos. Los subalternos y la población en general deben acostumbrarse a vivir en un régimen legal que penalice el acatamiento de órdenes que violen claramente los derechos humanos. No oponerse resueltamente a la violación de esos derechos, si fuera necesario recurriendo a la fuerza, debe ser considerado un delito. Esos mismos soldados holandeses que participaron en la matanza de Srebrenica son miembros de otras misiones de la ONU. Cosas como estas son inadmisibles. Mientras los individuos puedan refugiarse en la ficción de que obedecieron órdenes, nada cambiará.
En la 2a Guerra, la policía holandesa que colaboró con los alemanes y que se ocupó de la deportación de los judíos hacia los campos de concentración en Alemania y Polonia (son los tres países donde el exterminio fue más eficiente) no fue castigada ni purgada. Esos criminales viven todavía. Todos han olvidado que Holanda formó parte del imperio nazi. Y quiere el país nuevamente hacer experimentos socio-raciales. Ya se ha iniciado la deportación masiva de miles de refugiados. Están siendo trasladados ilegalmente y en secreto a Nigeria y otros países africanos. Cientos de ellos han desaparecido'. El gobierno holandés declara que no es responsable de lo que les ocurra tras cruzar la frontera. Es lo mismo que decía la policía de Amsterdam cuando deportaba a los judíos. ¿Dónde están los deportados? Auschwitz no puede volver a ocurrir. Ni Srebrenica. Ni en África, por encargo, que es lo que parece que está ocurriendo ahora. Hay que preguntar a Holanda: ¿Dónde están esos 2.000 refugiados con destino desconocido?
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