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Operación Tenaza contra Venezuela

Ayer se publicó en varios órganos de prensa online un documento recuperado de la embajada norteamericana en Caracas -probablemente por la inteligencia venezolana- en el que el autor, un funcionario de esa legación diplomática, detalla los planes de intervención que Estados Unidos ya ha puesto en marcha para desestabilizar ese país.
El autor del memorándum confidencial es Michael Middleton Steere; su destinatario, Michael Hayden, director de la CIA.
La operación contra Venezuela ha sido bautizada como ‘Operación Tenaza'.

El autor empieza su informe constatando que, según las encuestas de intención de voto, el Sí a las reformas constitucionales ganaría el referéndum con una ventaja de entre diez y trece puntos porcentuales sobre el No (57% para el Sí; 44% para el No). Según el agente, "esta tendencia es irreversible en el corto plazo, es decir, en los próximos quince días no se pueden modificar esos porcentajes de manera significativa".
La tendencia se mantiene pese a las deserciones en el campo de los bolivarianos (el movimiento Podemos, el ex ministro Baduel, por ejemplo), que han logrado sin embargo restar unos seis puntos a la aprobación de las reformas.

Por esta razón, dice el agente, "esta oficina recomienda ejecutar lo previsto en el Plan para la Operación Tenaza".

El agente norteamericano detalla varios elementos de la estrategia de intervención norteamericana: la primera que menciona es que se proponen "impedir el referéndum o desconocer sus resultados", pese a que llamarán a votar por el No. Aunque suenen contradictorias, dice el agente, "es necesaria su combinación".

Para fundamentar esta estrategia, la embajada norteamericana ha instalado una firma de sondeos que difundirá informaciones falsas sobre las elecciones y sus resultados. De hecho, esta firma, y otras, ya han empezado a difundir intenciones de voto estrafalarias que han sido desmentidas por casi todos los órganos de prensa internacionales.
Al mismo tiempo, se iniciará una campaña de desinformación y difamación para levantar sospechas de fraude sobre la Comisión Electoral. Esta parte del plan será reforzada por la contratación de expertos universitarios "que por su prestigio académico hace creíble" las acusaciones de manipulación de la Comisión, arrojando dudas "sobre la tinta y el comportamiento de las máquinas de votación".

Para el 2 de diciembre mismo se pretende "empantanar el acto de votación" difundiendo en primeras horas de la votación informaciones falsas sobre los resultados. Para esta operación se contará con "medios de comunicación a nivel internacional". Otra táctica que tratarán de implementar es la que llama "Vota y Quédate" (en los locales votación) para imposibilitar la votación.

El agente menciona a sus principales aliados en esta estrategia de intervención norteamericana: el Comando Nacional de la Resistencia y Acción Democrática. Destaca la colaboración de Peña Esclusa y Guyon Cellis, y Richard Nazario, que se encargarían con esos grupos de "diseminar en todo el territorio nacional pequeños focos de protestas, que generen un cima de ingobernabilidad, permitiendo culmina en el levantamiento general de una parte sustancial de la población".

Prosigue el agente que se intensificarán los esfuerzos por aislar a Venezuela en el campo internacional e incrementar la presión en las calles en los días previos al 2 de diciembre, ejecutando "acciones militares de apoyo a las movilizaciones y tomas propagandísticas", que deberán culminar con "aprestos operacionales de nuestras fuerzas acantonadas en la base aledaña. El apoyo de los equipos externos provenientes del país verde y azul, esta coordinado, la acción marítima de azul esta prevista y, las fronteras con verde en los puntos determinados está libre". En este lenguaje codificado, la base aledaña a la que se refiere son las bases militares que ha instalado Estados Unidos en el lado colombiano de la frontera colombiano-venezolana. "País verde" es probablemente Colombia; "país azul" es Curaçao, donde ese país tiene también una importante base militar (véase en aporrea).

La realización de este plan debe culminar en un golpe de estado. Para el día 2 mismo se prepara "controlar una franja territorial o institucional [...] en un lapso de 72 a 120 horas, tiempo estimado como lapso mínimo para detonar la fase ascendente de las acciones previstas, donde se contempla el pronunciamiento militar". Las fuerzas armadas implicadas en este plan de golpe de estado norteamericano son elementos de la Guardia Nacional.

Descubierto el plan norteamericano, el gobierno venezolano parece haber emprendido ya algunas acciones, entre ellas, aparentemente, la dispersión por el territorio de los elementos de la Guardia captados por Estados Unidos. Pero no sabemos si esto será suficiente. El gobierno venezolano debe hacer frente a una grave amenaza.

El plan, en general, es muy similar al diseñado por el presidente Richard Nixon para intervenir en Chile. Las "acciones militares" a que se refiere serán probablemente asesinatos y atentados contra personas e infraestructura, como hicieron en Chile -pagados por la embajada norteamericana- grupos pretendidamente fascistas, como Patria y Libertad. La idea de asesinar a ciudadanos en la calle ciertamente forma parte del plan de desestabilización, para crear un clima de caos e inseguridad y ahuyentar a los ciudadanos de las urnas. Igualmente se aplicó en Chile, llegando las fuerzas norteamericanas a asesinar, en 1970, al comandante en jefe de las fuerzas armadas de Chile; y asesinando posteriormente a su sucesor, el general patriota Carlos Prats, en un atentado en Buenos Aires.

Los motivos de la intervención son igualmente similares. En el caso chileno, la CIA había fijado la fecha del golpe para el 19 de septiembre de 1973; pero enterada la embajada norteamericana del plan del presidente Allende de llamar a un referéndum sobre su gobierno, el embajador ordenó a Pinochet adelantar la fecha del golpe para el 11 de ese mes -un día antes de que Allende pudiese comunicar al país su intención de llamar a votación.
Se quería pues impedir la votación por los mismos motivos: la mayoría de la población chilena apoyaba los cambios que estaban siendo introducidos por el gobierno socialista. Incapaz de convencer a la ciudadanía, no veían otro recurso que sobornar a generales rastreros -como el ordinarísimo y codicioso Augusto Pinochet- para montar un golpe de estado.

De concretarse los planes norteamericanos, lo más probable es que se instale en Venezuela una dictadura tan prolongada y violenta como la pinochetista, cuyo fin será igualmente el exterminio de los opositores para restablecer el imperio de las clases ricas y sus patrones norteamericanos. Probablemente, como en Chile, los militares antipatriotas repartirán las empresas estatales entre las familias ricas de ese país mediante el artilugio de las privatizaciones. Una dictadura semejante haría retroceder terriblemente a Venezuela en todos los ámbitos, y especialmente en el social, anulando los derechos conquistados por las clases trabajadoras y reduciéndolas, como en Chile, a la condición de esclavos y siervos.

La campaña de asesinatos en la calle ya ha empezado y se ha cobrado varias víctimas, entre chavistas y no chavistas (léase aquí un caso reciente). Como en el golpe frustrado de 2002, las fuerzas paramilitares de la oposición no harán diferencias entre uno y otro bando, siendo su objetivo encender los conflictos y crear una situación de caos e ingobernabilidad. En 2002 el patrón Carmona, que se nombró presidente -y que fue tan prontamente reconocido por Aznar, incluso antes de que su nombramiento fuese oficial-, mandó a matar gente de la manifestación que había montado él mismo, a fin de culpar al gobierno del presidente Chávez (véase esa historia en ‘Qué descubrió Otto Neustald' ).

Junto a esto, según otras fuentes, Estados Unidos estaría además conspirando con Colombia para invadir Venezuela desde las bases norteamericanas en la frontera. Así lo ha informado, y se desprende además del documento que comentamos, la abogada norteamericana Eva Golinger (véase ‘El golpe que viene').
En esta estrategia, según Golinger, "la operación tiene como objetivo final la insurrección armada que permita la intervención de las fuerzas estadounidenses" (según se lee en prensalatina).

La amenaza norteamericana es grave. Y es de esperar que el presidente Chávez pueda erradicar de modo definitivo ese terrible peligro para la democracia y la libertad de Venezuela. No sería nada de bonito que Estados Unidos regionalizara su intento de intervención.
En este contexto, los norteamericanos deberían recordar hay intereses y objetivos estadounidenses sembrados por toda América, y que los hay también en su propio territorio.
La idea de un conflicto semejante, o de que se instaure en Venezuela una dictadura como la de las hienas pinochetistas, es simplemente escalofriante.

El memorándum de la embajada se encuentra en
[piensaChile]

La historia de los asesinatos cometidos por el patrón Carmona se encuentra en
[mérici]

Análisis de la ideología antichavista
[mQh]

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