El Mal Se Oculta Tras Deportaciones
El Mal encarnado en ideologías, movimientos e individuos filonazis, fascistas y de extrema derecha sigue activo en Europa y es un deber de todo ciudadano no sólo recordar los horrores del exterminio de los judíos, sino impedir que cosas semejantes vuelvan a ocurrir. El exterminio fue la solución final' para terminar con largos años de discriminación y acoso de los judíos y otras razas y grupos étnicos que los nazis consideraban inferiores. Antes de la solución final, los nazis intentaron otras medidas; la más conocida, la deportación. Finalmente, deportación y muerte fue para los nazis, lo mismo. Como lo fue para los serbios cuando intentaron exterminar a los bosnios musulmanes, con la espantosa colaboración de tropas holandesas. Y ahora, tiembla uno al decirlo, hay partidos políticos y gobiernos que proponen la deportación de grupos de la población como solución para problemas que sólo el odio permite tener como tales.
En la semana nos enteramos que el gobierno holandés ha cerrado un acuerdo secreto con Nigeria y otros países africanos mediante el cual esos países, a cambio de dinero o ayuda al desarrollo, se comprometen a recibir a refugiados que el gobierno holandés ha rechazado y decidido deportar. Muchos de esos refugiados retornados a Nigeria no son nigerianos, y al hacer esto Holanda viola los tratados internacionales que regulan el derecho de asilo. El gobierno decidió expulsar en 2004 a 26.000 refugiados. De estos, 2 mil han recibido finalmente un permiso de residencia. Unos 600 han entrado en la clandestinidad. Unos 2 mil, según el gobierno, han partido con destino desconocido. La verdad es que el destino de algunos se conoce. Fueron deportados a Nigeria. Allí su rastro se pierde. Han desaparecido. El gobierno dice que no es responsable de esa gente una vez que cruzan la frontera. Es lo mismo que decía el gobierno holandés en la 2a Guerra, en la época en que el país colaboró con los nazis.
Preocupa y debe preocupar lo que ocurre en Holanda. Su gobierno, empecinado en una furiosa e irracional campaña xenófoba, ha anunciado todo tipo de medidas contra algunos grupos de extranjeros. Ha anunciado que se propone deportar a 250.000 ilegales en el país en los próximos años. Ha anunciado la imposición de una tarjeta que medirá lo que llama el grado de integración' de los extranjeros -vale decir, como acusaron algunos políticos liberales y sobrevivientes del holocausto, la reintroducción de la estrella de David. Se preparan medidas contra los extranjeros que no se integren -como su exclusión de la seguridad social y del servicio médico. Se prepara para obligar a ciertos grupos de extranjeros a vivir en guetos, haciendo imposible que puedan vivir o mudarse libremente (como los extranjeros tienen ingresos mínimos, impondrán una tarifa de alquileres que estos no puedan pagar en ciertos barrios de nativos). El Mal anda disfrazado. Hay que volver a empujarlo al infierno.
En la semana nos enteramos que el gobierno holandés ha cerrado un acuerdo secreto con Nigeria y otros países africanos mediante el cual esos países, a cambio de dinero o ayuda al desarrollo, se comprometen a recibir a refugiados que el gobierno holandés ha rechazado y decidido deportar. Muchos de esos refugiados retornados a Nigeria no son nigerianos, y al hacer esto Holanda viola los tratados internacionales que regulan el derecho de asilo. El gobierno decidió expulsar en 2004 a 26.000 refugiados. De estos, 2 mil han recibido finalmente un permiso de residencia. Unos 600 han entrado en la clandestinidad. Unos 2 mil, según el gobierno, han partido con destino desconocido. La verdad es que el destino de algunos se conoce. Fueron deportados a Nigeria. Allí su rastro se pierde. Han desaparecido. El gobierno dice que no es responsable de esa gente una vez que cruzan la frontera. Es lo mismo que decía el gobierno holandés en la 2a Guerra, en la época en que el país colaboró con los nazis.
Preocupa y debe preocupar lo que ocurre en Holanda. Su gobierno, empecinado en una furiosa e irracional campaña xenófoba, ha anunciado todo tipo de medidas contra algunos grupos de extranjeros. Ha anunciado que se propone deportar a 250.000 ilegales en el país en los próximos años. Ha anunciado la imposición de una tarjeta que medirá lo que llama el grado de integración' de los extranjeros -vale decir, como acusaron algunos políticos liberales y sobrevivientes del holocausto, la reintroducción de la estrella de David. Se preparan medidas contra los extranjeros que no se integren -como su exclusión de la seguridad social y del servicio médico. Se prepara para obligar a ciertos grupos de extranjeros a vivir en guetos, haciendo imposible que puedan vivir o mudarse libremente (como los extranjeros tienen ingresos mínimos, impondrán una tarifa de alquileres que estos no puedan pagar en ciertos barrios de nativos). El Mal anda disfrazado. Hay que volver a empujarlo al infierno.
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