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Secuelas del Motín Ideológico en Linares

Ayer publicó el diario La Prensa una de las secuelas del escándalo del 11 de septiembre pasado en Linares, cuando en el recinto de la Prefectura de Carabineros No. 15 el prefecto, Máximo Basualdo, obligó a un grupo de oficiales citado allí sin explicación de motivos a mirar un video donde se justificaba la intervención militar del 11 de septiembre de 1973 y los crímenes posteriores cometidos por la dictadura (en La Tercera).

Naturalmente, este tipo de actividades políticas en un recinto policial, y además en defensa de los horrendos crímenes denunciados y rechazados como injustificables por todo el mundo, están terminantemente prohibidas. Entre los delitos cometidos por el descerebrado prefecto pinochetista se encuentran los de insubordinación, desacato e indisciplina (véase mérici).

Ecos de este acto de subversión llegaron a los superiores del mentecato y a algunas autoridades políticas. En la ocasión, el senador Jaime Naranjo pidió que se investigara el asunto y se tomaran las medidas pertinentes contra el oficial responsable.

Los delitos cometidos por el prefecto Máximo Basualdo, y su juramento de lealtad al general antipatriota, debían haber sido motivo suficiente para un castigo leve: su expulsión deshonrosa e inmediata de las filas.

Sin embargo, eso no ocurrió, y sus superiores se contentaron con redestinarlo. Esta rata pinochetista sigue pues conservando su posición en Carabineros, poniendo en duda la seriedad y responsabilidad del cuerpo de orden.

Ahora el general Bernales debiera hacer lo que no hizo entonces: expulsar a ese prefecto renegado. Sus acciones deben ser castigadas de la manera más dura, para dejar en claro en las fuerzas de orden y militares que los pinochetistas no serán tolerados en las filas.*

Pero La Prensa nos entrega detalles sobre lo que ocurrió ese día. Tras el bochornoso acto en la prefectura, fue el oficial Fernando Bufadel Pinto, convocado al acto sin conocer su contenido, quien denunció al prefecto, en conformidad con el Código Militar, las actividades sediciosas de este.

Tiempo después el prefecto Máximo Basualdo fue simplemente redestinado. No parece que sus superiores hayan querido enterarse de la extrema gravedad de las acciones de este individuo.

Máximo Basualdo decidió vengarse, según denuncia ahora el oficial Fernando Bufadel Pinto, que acaba de ser marginado de la institución recurriendo a un incidente nimio, por demás explicado y aclarado, en el interior del recinto policial.

Así, mientras la rata es perdonada y reafirmada en sus funciones en otra prefectura, el oficial patriota que lo denunció es marginado de la institución.

Es una decisión injustificable e intolerable. Ojalá el general Bernales tome las medidas pertinentes que las autoridades políticas no se atreven a tomar: el prefecto Basualdo debe ser expulsado deshonrosa e inmediatamente de las filas, y el oficial Bufadel, naturalmente, reintegrado a ellas.

El general Bernales tiene el deber de restaurar en la ciudadanía la confianza en Carabineros, que con este tipo de actos y negligencias se ve seriamente dañada.

¿Qué pasa en Linares que crecen las hienas como la mala yerba? Creo que es la única ciudad del país donde los criminales rebautizaron una plazoleta con el nombre de la Bestia que gobernó Chile durante diecisiete años en persona, y hasta hoy vía su Constitución y otros políticos acomodaticios, arrastrados y codiciosos.

Pues el mismo diario La Prensa nos informa también que los militares planean celebrar un acto en memoria del criminal en la Capilla de Nuestra Señora del Buen Pastor, de Linares, lo que constituye también una seria ofensa a la memoria de las víctimas de la dictadura y de la dignidad de Chile.

En septiembre de 1973, las hienas militares profanaron ese templo convirtiéndolo en centro de reclusión y torturas de mujeres secuestradas por sus jaurías.

¿De qué se trata? ¿Se han unido Carabineros y Fuerzas Armadas de Linares para volver a conspirar, provocar, y ultrajar a la patria?

Ciertamente, es incomprensible que la iglesia se preste para semejante desatino e infamia.

¿O están los curas de Linares también coludidos con el Demonio?

Huele mal en Linares. Y hay que terminar de raíz con ese hedor.

*"Estos hechos son absolutamente intolerables y subrayan una vez más la urgente necesidad de introducir reformas de fondo en Carabineros y otros institutos armados. No es posible que haya todavía oficiales en los institutos de orden y militares del país que crean que es posible recordar de esa manera a los elementos antipatriotas que rompieron el orden constitucional para instaurar un régimen de facto tiránico que por medio de la tortura y el terror atacaron a los chilenos con campañas de exterminio que costaron la vida a más de tres mil ciudadanos" (mérici).

[Creo que el diario La Prensa, en su nuevo formato, no tiene archivos permanentes. Pero se puede consultar el archivo de mQh]

[mQh]
[mQh]


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